Pregón Semana Santa Sierra de Yeguas 1.997
Este pregón fue presentado por
el Excmo. Ayuntamiento de Sierra de Yeguas, realizado por D. Antonio Solís
González, Marzo de 1.997.
Amigas, amigos, señor Alcalde, señores concejales, buenas noches a todos. Les estoy profundamente agradecido por haber sido elegido como pregonero de Nuestra Semana Santa 1.997.
Ante todo me gustaría dejar
claro que no pretendo dar una lección sobre el tema que nos ocupa, yo me
conformo con que me salga bien.
Lo que quiero es simplemente
resaltar aquellos aspectos que me parecen más interesantes de nuestra Semana
Santa, al mismo tiempo que narrar como
la he vivido desde mi infancia hasta nuestros días.
La puesta en escena de la
Semana Santa de Sierra de Yeguas se inicia con la colocación de las esculturas
en sustronos o andas procesionales. En estosauténticos
altares portátiles se clausura el ciclo de cultos cuaresmales celebrado con
antelación en nuestra parroquia. Durante este tiempo todos hemos podido acercarnos y rendir homenaje a
las imágenes de los Cristos y las Virgenes. La procesión marca el principio y
el final de un largo recorrido de preparativos que harán posible que Nuestra
Semana Santa brille con luz propia.
Al decir Nuestra Semana Santa digo bien, y me gustaría matizar la palabra Nuestra. La Semana Santa en Sierra de Yeguas es distinta al resto de los lugares, ni mejor ni peor, distinta. En la mayoría de los sitios la Semana Santa termina el Viernes Santo; nosotros tenemos el privilegio de pasear en procesión, el Domingo de Resurrección al Santísimo en la Custodia, hecho que no ocurre en casi ningún sitio. Se cuenta que un año no pudo salir la procesión del Corpus Christi por encontrarse todo el personal trabajando. Por tanto, al año siguiente desde el Marquesado de Estepa, se concede procesionar la Custodia el Domingo de Resurrección, para que todo el mundo pudiera disfrutar de dicha procesión. A partir de ahí fueron sacando todos los años, convirtiéndose en tradición. Y es que las tradiciones conforman las identidades de los pueblos. Cada pueblo tiene unas características diferentes; cada grupo de hombres y mujeres tienen una forma de ser, una forma de sentir, una forma de expresarse, una forma en definitiva de vivir la vida.
La Semana Santa Serrana e una forma de expresión, una forma nuestra de vivir los sentimientos y al mismo tiempo se están mostrando al exterior todo un conjunto de vivencias y sensaciones.
Abre la procesión la Cruz de Guía, ejecutada en maderas nobles y ricos metales que glorifican el simbolismo redentor del madero. Varios faroles le sirven de escolta. Le siguen diferentes insignias, trabajadas con labores de bordados y platería. Son elementos que informan al espectador de la cantidad de matices que componen el rito procesional.
También hay que señalar que casi en línea general la Semana Santa en Sierra de Yeguas, en lo que a procesión se refiere es desordenada, no quiero decir con esto que no sea religiosa, es decir, que la Hermandad tal, no es más creyente que la Hermandad cual por el hecho de que va más ordenada. Claro está que con ello no quiero que el desorden quede justificado, hay que superarse más cada año, y creo que lo estamos consiguiendo.
De todo esto siempre hay
personas que discrepan, que hacen su particular crítica, la cual yo respeto y
muchas veces comparto. Pero es término general, la vivencia de nuestra Semana
Santa es positiva, cultural y yo diría que entrañable. Luego existe otra clase
de crítica, la destructiva, la de cierto sector que a veces ni ellos mismos
creen lo que están hablando. Pero todo esto, por suerte, para nuestro pueblo es
una minoría; lo mejor es no dar crédito a lo que hablan. Son personas que para
hacerse notar no saben hacerlo desde otros términos.
Desde muy pequeño siempre he sentido una gran admiración por nuestra Semana Santa, quizás porque en mi familia, parte paterna siempre se ha vivido intensamente toda la cuaresma, tanto en lo espiritual como en lo material. Una de las vivencias más satisfactoria a lo largo de mi vida, heredada de mi familia, es poder pertenecer a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la cual me siento muy orgulloso y obligado a cuanto menester sea necesario.
Me gustaría dejar también claro que no se pueda ser un buen cofrade si al mismo tiempo no se es un buen semanasantero, solidario y abierto a la colaboración con las demás Hermandades.
Desde niño, siempre estuve pendiente de mis Hermanos Mayores Cofrades, para saber del funcionamiento de las Hermandades y procesiones.
Los niños de entonces estábamos pendientes de lo que pudiera ocurrir, porque en realidad no había una firmeza a la hora de sacar las procesiones a la calle, siempre estábamos pendiente de las reuniones que se hacían, porque se escuchaba decir “este año no salen”, otros decían que sí salían, y así llegábamos incluso hasta Semana Santa sin saber exactamente lo que iba a ocurrir. Recuerdo que un año, hasta el mismo Martes Santo no se supo si Jesús iba a salir o no. Las reuniones para ello se celebraron en el salón de la Hermandad de los labradores, lo que hoy es la Heladería, ya que Juanito Carrión era secretario de la Hermandad de Jesús al mismo tiempo que de los Labradores. A mí me gustaba estar entre ellos. Con todos aquellos ir y venir disfrutaba y al mismo tiempo sufría, porque no sabía si iba a salir la procesión o no. Al final, felizmente, todo se arreglaba.
Ya de más mayor siempre que he podido he estado presente en todas las reuniones, intentando colaborar en todo lo que buenamente he podido.
Los serranos podemos estar orgullosos de nuestra Semana Santa, pues en esos días sacamos a las calles todo un museo de arte sacro, orfebrería, tallas, bordados y sobre todo maravillosas esculturas, que nacieron de las gubias de esos escultores tan relevantes como fue D. Antonio Castillo Lastrucci, que nos dejó imágenes como alas del Cristo de la Humildad, Cristo de la VeraCruz, Santo Entierro, Nuestra Señora de la Soledad y nuestro Patrón San Bartolomé
También Sebastián Santos, otro gran escultor nos dejó una bellísima obra de la Virgen de la Esperanza. Todas estas pertenecen al a escuela Sevillana. De la escuela granadina tenemos la talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que se atribuye al escultor Francisco Simón. Nuestra Señora Virgen delos Dolores, pertenece a la escuela Valenciana y es de autor desconocido. Jesús de la Bondad, no es una escultura tallada, es de molde y es del pueblo de Olot, de la provincia de Gerona.
La Cruz de Rosario la Ambrosia, que se procesiona el Martes Santo en la procesión de las Mujeres y el Miércoles Santo en la de los Hombres es de la escuela Malagueña y su autor es Francisco Palma Burgos. En cuanto a la procesión infantil hay que decir que el Cristo del Amor es del joven escultor sevillano Ángel y Nuestra Señora de la Sierra es del escultor granadino D. Antonio Barbero Gor, que a su vez ha sido el restaurador de Jesús Nazareno y del Patrón San Bartolomé. Me gustaría señalar también, que el Cristo de la Vera Cruz ha sido recientemente restaurado por nuestro paisano D. Antonio Ramos Notario.
Pues como ustedes pueden apreciar y aprecian, todo un museo de valor incalculable paseamos por nuestras calles en la Semana Mayor.
Por último, me voy a referir a la Saeta. Algunos de ustedes se estarán preguntando, qué raro que no haya dicho nada sobre la saeta. He preferido dejarla para el final. Permítanme por tanto que os hable de lo que es para mí la Saeta, el porqué de mi afición y como la manifiesto. Tal vez he idealizado la Saeta, he hecho de ella mi estandarte cuaresmal y todas las primaveras la ondeo al viento para recordar que sigue aquí, que está viva, lucho porque o desaparezca; creo que es granito de arena dentro de la gran montaña de mil y un pequeño detalle que componen nuestra Semana Santa.
Ustedes bien saben la pasión
que siento por este canto, hoy convertido en cante, digo esto porque la saeta
cuando se empieza a cantar era un canto litúrgico de la Iglesia, que después se
transformaría en cante.
Para mí, la saeta merece un gran respeto. Como diría San Agustín “quien canta bien, reza dos veces”. Además es una vivencia más heredada de mis mayores. Ustedes bien saben cómo cantaba mi tío Mariano González Soria, mi padre Mariano Solís Soria, incluso mi abuela Teresa Soria Pavón, quien cantaba las saetas antiguas. Tengo que decir también, que mi participación en el pregón de Jesús, el Viernes Santo en la Mañana, ha sido heredada, ya que mi ti abuelo Mariano Soria Pavón era uno de los pregoneros.
Referente a mi padre, me gustaría contar una anécdota. El, todos los años le cantaba una saeta a Jesús Nazareno y al Cristo de la VeraCruz, y lo hacía con el uniforme de municipal, simplemente se quitaba la gorra y dispuesto para el cante. Pero un año, el alcalde de turno se lo prohibió, él tenía que cantar su saeta, y cuando la procesión de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores pasaba por la plaza, me buscó ya que yo iba vestido de penitente y me dijo: “vente a la fonda de Pilar que me vas a dejar tu túnica que me pasa esto, no me dejan cantar con el uniforme”, se la dejé y cantó su saeta. Por la noche le cantó al Cristo de la VeraCruz a través de la celosía de la ventana de la casa de su compañero y amigo Antonio el Merino, también municipal. A todos ellos les debo lo que hoy aporto a este maravilloso cante.
Igualmente de todos aquellos cantaores que me precedieron aprendí mucho y muy buenas cosas.
A los cantaores actuales mis más sinceros respetos y admiración.
A los niños sigo animando para
que continúen aprendiendo, y así todos juntos podamos hacer que no se pierda
este maravilloso cante de la Seta.
Los serranos tenemos este privilegio, entre otros, de tener todo un plantel de saeteros desde niños hasta la tercera edad, que pletóricos de fé lanzan sus voces y corazones para alcanzar los cielos.
Muchas gracias.