Pregón de la Semana Santa Sierra de Yeguas 2.022
Este pregón fue
organizado y presentado por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad,
el sábado pasado día 12 de Marzo de 2.022, tuvo el honor de realizarlo nuestra
hermana cofrade Dña. Gema Segovia Almohalla, en la Parroquia Inmaculada
Concepción de nuestra localidad.
A mi familia, por
apoyarme en todo lo que inicio.
A mi madre que estará
en el palco mayor
esperando este momento.
Y a la persona más
buena que he conocido, mi Padre.
Gema Segovia Almohalla
Sierra de Yeguas, 12 de
Marzo del 2022
Que
grata coincidencia que me dé el relevo una persona a la que admiro, una mujer fuerte,
luchadora insaciable; desde que te conozco no has sabido más que superarte ...
Amiga
de tus amigos siempre daré las gracias a la vida porque me dejó vivir entre gente,
con la que desde pequeña he convivido ...
Gente
cariñosa, gente con un gran sentido del humor, gente buena como es tu caso; buena
de verdad.
Para
Isa:
Mujer
de mil batallas, que aun siendo una frase hecha, le tocó lidiar con la suya, y cómo
buena luchadora nos da ejemplo con su manera de ser, con su encanto y su voluntad
que es mucha.
Mil gracias amiga ....
Parece
que es la hora y no es la hora. Parece que está todo y algo falta.
Parece
que la alcanzo y aún la veía más lejana.
Parece
que se acerca y se evapora. Parece que amanece y es la aurora.
Parece
que su recuerdo me sobresalta y siento que algo huye que algo salta, como una nube
esquiva y vengadora, pero sigo esperando que a mi modo, en ese hueco de esperarla,
todo me sabe a la alegría del reencuentro.
Si
en mi pulso ya late su latido, que será cuando al ver que ya ha venido la Semana
de Dios me invada dentro.
Parece
que es el día, y no es el día.
Parece
que traía un Domingo lleno de palmas y ramos, y todavía el día no alcanzamos.
Y
aunque pareciera que venía, que al mirar a lo lejos llegaría, me inunda esa esperanza
con la que la esperamos.
Parece
que la tengo y no la tengo, parece que en la mano la sostengo, pero Yo no la distingo.
¡Que
será cuando al fin se manifieste! Cuando vea la Luz en ese cielo tan celeste. Cuando
todo vuelva a su cauce, cuando sienta tú presencia, cuando estés tan presente….
Parecía
que no llegaría, mí tan deseada Semana, parecía que no volvería a oír tan celestial
sonido, tan maravilloso y peculiar, "toque de Campana".
Excelentísimo
reverendo de nuestra Parroquia, excelentísimas Autoridades de nuestro Ayuntamiento.
Hermanos Mayores y sus Directivas, y al fin Hermanos y Cofrades todos.
A
veces nos encontramos en ese punto que piensas que te agota la monotonía de los
días, esa pandemia cambió todo y nos metió en una espiral de la que pensábamos no
salir jamás; y por fin, sin saber, un día
que se torna triste para alguien a quien quieres, vas a consolarle y en realidad
es su abrazo tan reconfortante, el que te da un pedacito de tiempo para seguir toreando
la rutina. Pues así me encontraba yo la noche que mis hermanos cofrades vinieron
a buscarme; y entonces pensé, "el abrazo de antes tan lleno de emociones me
estaba anunciando que iba a llegarme esta reconfortante noticia".
"Gema, queremos que seas la pregonera de nuestra Semana
Santa" ....
Cómo
volver a sentir esa emoción de aquel tiempo, en que todo era inocencia, en que todo
se veía con esa ilusión, con la primera vez que se siente ese fervor cofrade, si
todo se torna desdicha y desgana, porque el mundo parece que no nos quiere paseando
por su vida, cómo volverte a mirar madre mía y que tus ojos me acurruquen como lo
hacía entre sus brazos, la que al mundo me traía; si parece que no podemos ni sentir
el abrazo fraterno.
Por
abrazar, miedo nos da por herir al que nos hace dormir con desvelo; que nada le
pase, eso quiero, al que me trajo a la vida, como tú mi Señor al mundo entero ...
Todos
hemos pensado en ese día en que pudiéramos ver la luz después de estos dos años;
si volveríamos a ver a nuestra Sagrada Imagen salir a visitar estas calles, salir
a saludarnos por la plaza; por aquella esquina, nuestra preferida; por esa calle
tan peculiar para nosotros en que tan bien lo llevan sus hombres de trono. ¿Estaríamos
aquí para verlo?, o no, esa era la eterna incertidumbre; y, a pesar de que tantos
y tantos se han quedado en el camino con esta epidemia, somos muchos somos los que
hemos sido bendecidos para poder disfrutar de la insuperable sensación que es:
"Ver
salir a nuestros Sagrados Titulares por las calles de Sierra de Yeguas".
Dos
años ya, que tu tez divina no es bañada por el Estrellado cielo y tus manos no son
mecidas por la luna serrana.
Dos
años sin ver el delicado brillo de una corneta o el embriagador toque de una marcha
y su Campana.
Dos
años sin pasearte hasta dejarte dormido entre un mar de hermanos y hermanas, que
te pedían padre mío que nos sacases de este doloroso letargo ...
Dos
años que un pueblo entero lloraba no poderte venerar en nuestra Semana de Pasión
por culpa de una lección aún no del todo aprendida.
Dos
años de vidas humanas perdidas y familias destrozadas que no podían, como tu Padre
mío, tener con los suyos una merecida despedida.
Esta
noche de clima agradable en mi pueblo aquí me hallo, desempolvando los muebles de
la memoria. Entonces cierro los ojos, y esa memoria, cada vez más nítida, me refresca
el olor a incienso que me invade y que deja paso a otros momentos; que los sentidos
darán rienda suelta a ese recuerdo que tanto he añorado y ahora tengo.
Ya
veo el dorado de tu varal iluminando aquella oscura esquina cuando te asomas para
entrar en la calle de mis sentidos.
Y
me roza tan suavemente ese encaje que sale de tu Túnica morada .... Y esa corona
de Reina Madre, parece que tiene un brillo más especial; el olor se intensifica
y ahora viene mezclado con Azahar,, lo noto cada vez más intenso, y ya la memoria no me falla
; será verdad lo que el corazón me recuerda??
¡¡¡Ahora
sí, ahora es cierto que volverá a pasear por mi pueblo nuestra Semana Santa tan
añorada!!!
Ya
te acercas padre mío a ese día, Uno de los Domingos más alegres de la fe cristiana.
El
Domingo de Ramos ya nos inunda con las palmas; y triunfal entras por estas calles
que te han visto crecer, como yo he ido creciendo en la fe.
Y
aún me acuerdo de tu llegada y que con tanta alegría cristiana nos viniste a envolver.
Resurgiste
de las cenizas como el ave fénix y viniste sobre tu pollino de la mano de uno de
los mejores cofrades Serranos...
Antonio
Solís, él sanó y limpió tus heridas y tres voluntarias de la calle Oliva: Dolores Almohalla , Ana Sánchez y Rosario Rengel
pintaron y ordenaron la que iba a ser desde entonces tu capilla.
Desde
ese instante ya siempre has sido con mucho cariño nuestra borriquita; Sevillana
de nacimiento y Serrana de crecimiento.
De
esta manera viniste a llenar nuestro Domingo de Ramos de tanta alegría y con tanta
devoción para los niños de este pueblo Serrano.
Navahermosa
tuvo un sueño, y su Cristo se lo concedió. Pasearlo por sus calles en silencio a
nuestro Padre, Cristo del Perdón.
Desde
los tiempos que recogen el comienzo de mi memoria, donde nada resta y todo suma;
quiero recordar y trasladar; tanto sentimiento que ahora me inunda, para que
vuelva a vivir en esa lejanía, todo lo que le debe a ti el alma mía.
Tanto
nos has enseñado y demostrado, y tanto soslayo te hemos regalado, que el
sentimiento de inundarse este corazón no es de tu plena dulzura merecedor.
Santísimo
Cristo del Perdón, apiádate de nosotros, que después de estos dos años no aprendimos
la lección y entre hermanos aún nos dañamos porque aún tenemos mala hierba en el
corazón.
Por
todas esas tardes al lado de mis hermanos humildes.
No
quisiera que la irremediable falta de memoria que nos invade con el paso de los
años, me dejara sin esos recuerdos ...
Me
tiembla la mirada al recordar esas tardes previas a nuestra Semana Grande.
En
tu casa no había otra cosa que no fuera una tulipa, un farol para la procesión de
las mujeres del Martes Santo y otro para la procesión de los hombres del Miércoles
Serrano. Una muestra de flores que luego adornarían Su paso, unas macetas que habías
cuidado durante todo el año como joyas de la corona para adornar el Altar Mayor,
o para el Santísimo que tanto nos decías que era lo que más importaba, y lo primero
que se visitaba al entrar en la Casa del Señor.
No
parabas ni un momento quieta, recuerdo esos encargos a la casa de Gerardo para que
ese día todo quedase perfecto, Humilde, pero perfecto.
Aun
siendo muy niña, me encantaba hacer esos recados con mi amiga Maribel; un día a limpiar los enseres, otro con un carrillo para traer más
pilistras, de la casa de la vecina que se ofrecía a prestarlas; otro, para mí el
más importante de esa Semana, era subir a la Capilla, del Bar de Francisquillo cogíamos
una silla, para limpiar a Nuestro Sagrado Titular. Aquí, me tomaba unos minutos,
que eran los nuestros, estaba a solas y me fundía con él y su profunda mirada, para
contarnos historias que me habían sucedido en ese tiempo sin verle. Era una confesión
en toda regla, la que teníamos mi Señor y yo. Una niña con un cuerpo muy pequeño,
hablando sobre unas conjeturas muy profundas, que para esa edad eran demasiado grandes.
Hablábamos
de la vida, de si había hecho algo malo o bueno, de los sueños que pudiera llegar
a tener, y del perdón..
Nunca
se me hacía pesado porque para mí todo aquello era el momento precursor del día
más importante que inminentemente después vendría.
Recuerdo
esos esfuerzos de nuestros Hermanos Mayores que desde Eugenio y hasta ahora Diego,
con muy pocos medios, pero ayudados con sus directivas, hacían durante todo el año
para engrandecer más ese día.
Y
así pasaba en todas las Hermandades, porque de eso se trata, de estar como hermanos,
unos apoyándonos a otros para que esta celebración Cristiana no pierda la unión
de nuestras voluntades. .
Ya
en tu capilla, acicalado para pasearte por tu pueblo, justo antes de subirte al
barco de tus Hermanos Cofrades ...
Me
tomo unos segundos para rezarte, casi me convierto en esa Madre que justo antes
de ver salir a su hijo, se para, y con todo el orgullo de alguien a quien se venera
le dice:
¿pero no
ven lo guapo que vas?
Eres el
arte hecho escultura,
y en mi
corazón,
eres un
sentimiento terrenal
de
cariño inmenso hacia un Padre,
que con
la Fe me envuelve,
para seguir el camino adelante.
Y así, me pongo a pensar en todas las cosas que te diría...
Al que
se merece la corona más divina del cielo
y la más
poderosa de la tierra,
ese que
perdonó a la sinrazón humana,
que lo
dio todo por nosotros;
que por
nosotros hizo padecer
un dolor
sin descanso a su Madre ...
A Él lo
nombraron burlona y Dolorosamente,
Rey de
Reyes
con una Corona de espinas.
Con
cada caída, con cada respiración, con cada golpe de dolor extremo, con cada latido
de tu corazón, demuestras tu bondad, te entregas en cuerpo y alma sin mediar ni
una palabra, tú que siembras cátedra, te vuelves aprendiz, tú que redimiste al mundo,
te tornas humilde servidor de todos, porque cuando te humillan, te desprecian, cuando
nadie te ofrece su mano, cuando cargas con la cruz del mundo, cuando agonizas en
la más cruda soledad, sigues demostrando tu bondad infinita, sencillo, humilde,
cercano. Pudiendo tener magnificencia por reinado, te entregas a la injusticia y
vejación. Te entregas al más injusto juicio, te entregas a una terrible elección.
Nadie te dio las gracias, nadie lo reconoció, y tú que todo lo perdonas, tú nuestro
Salvador, sigues cumpliendo lo mandado, luchas por aquella misión, perdonas a tus
enemigos y nos amas sin la más mínima condición.
Va
cayendo la noche y te presentas en mi mirada crucificado por los que juraron siempre
quererte.
Despreciado
y desechado entre los hombres; varón de dolores, experimentado en quebranto; y como
que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos
por azotado, por herido de Dios y abatido. Sin saber que era nuestro propio orgullo
al que apaleamos, nuestro sentimiento inhumano que mueve muchas veces a esta humanidad;
cuantas veces nos pones pruebas para que podamos pasear con el orgullo de ser cristiano
por este mundo, y sin embargo una y otra vez te decepciona el ser humano y te volvemos
a mecer en ese trono que es la vida, diciéndonos una vez más que aprendimos tu lección
cuando en verdad ni idea tenemos ya de todo lo que nos enseñaste en tu Divino momento;
en que nos abriste los ojos de tan inmensa ceguera espiritual que llevamos en el
corazón.
No
me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido.
Ni
me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.
Tú
me mueves Señor, muéveme el verte clavado en una Cruz y escarnecido.
Muéveme
ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus ofensas y tu muerte.
Muéveme,
en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque No hubiera cielo yo te amara y aunque
No hubiera infierno, te temiera.
No
me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara,
lo
mismo que te quiero ..., te quisiera.
Y
en los pies de tu Cruz va esa Madre a la que hay que aliviar en su desdicha.
Vamos
despacio, que no hay prisa.
Vamos
despacio que va llorando su pena, la Mujer hecha caricia.
La
mecida justa, vamos despacio, que sea su mayor consuelo, que parezca que vive en
palacio.
Que
toda su preocupación se vuelva paz y no desasosiego. Vamos despacio, con la Reina
de los Cielos.
Esa
es Nuestra Esperanza, mi Virgen Niña; a la que he tenido en este tiempo la Esperanza
de ver en la calle, Esperanza de querernos entre hermanos, Esperanza de haber aprendido
de nuestros errores, Esperanza de cuidarte más Madre Mía.
Que
no todo sea pedirte y encomendarnos
bajo tu manto; que de vez en cuando, este ser humano con tantos años de historia,
aprenda también de ti, de tu dulzura, de tu sufrimiento maternal.
De
tu saber cumplir la voluntad de Dios, aunque se vuelva dolor terrenal.
Madre,
¡¡¡¡que cuánto te siento!!!!, Padre que cuánto te añoro ... Es para esta humilde
Cristiana todo un tesoro, describir tanta emoción que he guardado, como sufrimiento
derramado tienen tus Cofrades en estos dos años, que han necesitado tanto... ,
de vuestro inmenso arropo.
Cuando
empieza a bañar el Sol el Viernes Santo, vienes a verme en la visita más esperada.
Con esa tez tan fina caminas por tus calles recién acabada la madrugada.
En
un barco de plata te llevan tus hermanos. Te sueñan, te añoran, te veneran Jesús
Nazareno, el del cordón dorado y la túnica morada.
Como
un lirio que descansa bajo tus plantas cansadas, como la campana que avisa que llegó
tu hora inesperada, así te encuentras, Nazareno, recorriendo la sentencia que sabías
que ahí estaba. No quiero verte así, me duele en el alma tu mirada cansada. Quiero
verte triunfante, quiero ser tu aliada, para ayudarte a soportar esa hora tan amarga.
Eres
tú Jesús Nazareno quien la vida eterna tenías ya ganada, hijo de Dios Todopoderoso,
consuelo de los que aman.
Cómo
es posible, no hay entendimiento, tanta resiliencia, entre tanto sufrimiento, tanta
entrega misericordiosa. Pues hasta en tu último aliento, en nosotros sigues
pensando, haciendo lo imposible para que tan utópica misión, encomendada por tu
Padre.., se torne bienaventurada llena de tanto sentimiento.
Y
por fin llegas a verla a ella, y en tu llegada se para el mundo, que tan solo
arranca con el cantar de una saeta; toda gira en vuestra unión celestial, que
es celestial hasta en la tierra.
Al
templo del cielo donde te hallas va a recogerte tu hijo ... Madre, hermana, amiga
de todos los serranos y Cristianos, en un recoveco de ese divino Manto que bordan
con tanto cuidado tus hijos cofrades, como cuando se quiere peinar una nube del
cielo; ahí Madre Eterna, quisiera quedarme y
para
siempre estar protegido de todo el invierno que a veces se vuelve la vida.
Por
eso Madre este Viernes Santo, el pueblo entero de Sierra de Yeguas te venera con
la ilusión de cuando le regalas por primera vez algo a un niño, que con tanto deseo
lo espera.
Y
te vamos a mimar, te vamos a cantar y
a
rezar y te vamos a llevar entre algodones
por esas calles serranas de tu Gloria Eterna, y cada varal de tu paso será testigo de cómo te quieren tus hermanos
Dolorosos, y con cada
marcha te mecerán como si fuera la primera.
Porque
tenemos que cumplirte madre esa promesa que llevamos dos largos años haciéndote
...
"Este
año si, este año tiene que ser, Madre, Virgen De los Dolores cuando nos invadas
con ese aroma y te asomes
al balcón de ese cielo que es tu Casa Hermandad; y desde allí pasearte por las calles de nuestra memoria Serrana.
Reina
y Madre, Maestra de Dolores, tú que sufriste en tu Inmaculado corazón la espada
del dolor viendo expirar en la cruz al fruto bendito de tu vientre; guarda bajo
tu maternal manto a todos tus hijos; a nuestro mundo que atraviesa momentos de dolor
y dificultad y alcánzanos el consuelo definitivo.
María Santísima de los Dolores, ruega por nosotros.
Aún
siento en mi recuerdo esas tardes de Viernes Santo en tu casa, que era la mía,
abrías tus puertas de par en par y
así
a tu hogar bendecías, aún noto Madre Mía ese arropo que dabas a tu Virgen de la
Soledad, aunque no era tu Cofradía ...
Pero
no faltó ni uno de esos días un café, o un vaso de tila o esas magdalenas que con
todo tu arte nos decías que fabricabas durante días y días ... , que no se borre nunca
de mi pensamiento Madre Mía ese olor a Hermandad ; esa elegancia con que llevan
las túnicas negras tus penitentes con capas
blancas tan Inmaculadas, que a Mi Calle Oliva envolvían y transformaban en un mar blanco de Pureza
que perdonaba nuestros pecados del día a día.
Ese
trasiego de Mantillas con encajes perfectamente dibujados que aún guardo en la memoria
y en la infancia de mis días; esos nervios a flor de piel que tanto Pilar como
tú y mi Hermana Puri traíais desde las
tres de la tarde , mirando que no faltara detalle y temerosas de esas nubes que amenazaban
con inundar las calles en un mar de lágrimas cofrades, cuando no podían pasear a
Sus Sagrados Titulares .
Madre
de La Soledad, quien te puso detrás esa escalera oscura en su comienzo, y oscura en su final, dolorosa, infinitamente
vertical, que te hace sentir tanto sufrimiento y tu corazón comienza a marchitar..
Quien te dio esos clavos que tanto hicieron sufrir
Al que con su Luz nos vino a iluminar.
Quien te dio la espalda y no quiso quitarte ese desdeño
que te llegó sin ninguna piedad ...
Ya
lo sé Madre, la pusimos ahí todos, cada uno con su granito de culpabilidad; toda
la sinrazón humana tiene algo que ver con tu Dolor Señora, esas lágrimas que no
paran de brotar; que van cayendo como zureos por tu tez y guían el sendero de nuestro
caminar. Madre, ninguna culpa tenías y has sufrido el mayor dolor que en la vida
se pueda pasar.
Ya
no habrá forma, ni tiempo, ni anhelo que podamos Tus hijos poderte aportar. Solo
con la fe y el sentir verdaderamente Cristiano, te sirven de manto que te pueda
resguardar ...
Madre
de La soledad perdónanos; no nos dejes solos María, como hicimos nosotros; no nos
desampares Madre eterna, María, de esta fría Soledad.
Cierro
los ojos y veo como meciendo tu suave velo que envuelve la Cruz de nuestros pesares;
paseas por nuestras calles con toda la pena que invade el alma que te llena ...
Madre
de La Soledad, quiero, deseo ser tu consuelo, pero esta vida terrenal no me deja
poder consolarte en tu dolor carnal. No hemos sabido Señora de mis ruegos, responderte
con la misma calidez con que tus ojos nos reconfortan; esos ojos como mares para
mi acurruque y tu desdicha ....
Tú,
que siempre me acunas en tu manto del Viernes Santo igual que proteges a tus mantillas
cuando el frío aprieta en la madrugada cuando la luna cubre la noche y las almas
están cansadas.
Porque
esa noche no hay más ! ... ;
esa noche
eres tú ,Madre ¡,
eres tú,
hermana! ,
eres tú
.amíga ¡,
eres todo
Madre de La Soledad
en esta Villa Serrana!
Cuando
la pena nos alcanza por un padre perdido.
Cuando
el adiós dolorido busca en la fe su alivio.
Cuando
la barbarie del hombre que tanto amarte dijo.
Cuando
tu madre sintió el dolor al ver a su hijo de sus heridas abatido ...
En
ese mismo instante, es cuando entregas el alma a tu Padre y así se cumple lo prometido,
salvas nuestros pecados y al amor desinteresado hacia nosotros pones por
testigo. Ya no duelen los azotes, ya no duele ese madero, ya no duele el estar magullado
y abatido.
En
ti Santo Entierro de Cristo la vida se fue, para dar al mundo por la eternidad el
perdón que ninguno nos merecimos.
Parecía
que el fin llegaba, que la profecía se cumplía, cuando nada de esperanza aparecía,
cuando solo desolación y muerte acontecía.
Parece
ser que tu Padre, cumplió lo que incansablemente te prometía.
Parecía
tiniebla y era luz del día.
Parecía
injusticia y se tornó en ley de vida. Parecía miedo atroz, y tú lo volviste valentía.
Parecía
que allí en aquel desolado madero, allí acabaría tu vida.
Las
apariencias engañan, parece que termina y justo comienza.
Parecía
que ganaron y sólo perdían, la más poderosa batalla, que tan rudamente librarían
contra tí, contra todo lo que tu divina presencia significaría.
Parece
que fue ayer, y hace más de dos mil años.
Parece
que quedó en olvido y el mundo entero te sigue, te aclama y te recibe, cada Domingo
de Resurrección como lo que eres, Rey de Reyes entre todos los cristianos.
Hacia
el Domingo de Resurrección.
De
haber nacido antes, pediría volver a nacer en mi familia. De haber nacido antes,
pediría que fueran mis padres Antonio Segovía Sánchez y Dolores Almohalla García.
De
haber nacido antes, pediría vivir en La calle Oliva porque entre muchas virtudes
... , es la calle desde la que mejor se aprecia el altar de la gloria divina.
De
haber nacido antes; hubiera pedido estudiar en mi colegio porque no solo te educaban
en el arte de la sabiduría, también te forjaban, sin darte cuenta, en la gloria de poder ser un Buen Cofrade
; y eso cada vez más falta nos hacía ...
De
haber nacido antes, mis hermanos cofrades pediría que fueran los mismos, porque
no hay hermanos más Humildes y a la par con más señorío que puedan pasear por las
calles de mi pueblo con tanta elegancia y pureza como desea el corazón mío ...
De
haber nacido antes, hubiera pedido tomar la Comunión en esta mi Iglesia Serrana.
De
haber nacido ante, hubiera pedido que ella acogiera a los Sagrados Titulares de
esta villa, porque no hay otras tallas con más arte, naturalidad y perfección esculpidas.
No
vine aquí, mi Señor a pregonar lo que ya todos sabemos, pues Parece que nuestros
cuerpos y nuestro pensamiento ensayaron muchas salidas de nuestros sagrados titulares
y Parece que no nos preparamos nunca para un encierro de nuestro inmenso, de nuestro
querer vivir, amar y disfrutar; el querer volver al abrazo cofrade de la memoria
que es lo que viene siendo, llenar nuestras almas del pueblo de Sierra de Yeguas
y su magnificencia, cuando llega a su vida la tan esperada .....,
SEMANA SANTA.
Orgullosa
vengo aquí de mi Semana Santa, orgullosa de mis Hermanos cofrades, orgullosa al
final de todas mis Hermandades, porque en un día como el de hoy hay que volcar aquí
la pileta de nuestras voluntades, porque no hay unidad ya que tenemos una comunidad;
abonémosla y sembremos desde aquí mismo a los buenos Cofrades.
Buenas noches y muchas gracias.
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