martes, 17 de marzo de 2020

Primer día del Solemne Triduo 2.020




Primer día
Solemne Triduo 2.020



Primer día del Solemne Triduo en Honor a Nuestro Padre Jesús de la Humildad - 19/3/2020 - Jueves de la 3ª semana de Cuaresma. Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María.




1ª lectura: El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
Lectura del segundo libro de Samuel 7, 4-5a. 12-14a. 16

En aquellos días, vino esta palabra del Señor a Natán:
«Ve y habla a mi siervo David:
“Así dice el Señor: Cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino.
Será él quien construya una casa a mi nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre.
Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo.

Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmen ante mí; tu trono durará para siempre”».


Salmo: Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29

R. Su linaje será perpetuo.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.

Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R.

Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”.
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R.


2ª lectura: Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4, 13. 16-18. 22

Hermanos:
No por la ley sino por la justicia de la fe recibieron Abrahán y su descendencia la promesa de que iba a ser heredero del mundo.

Por eso depende de la fe, para que sea según gracia; de este modo, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la que procede de la ley, sino también para la que procede de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros.
Según está escrito: «Te he constituido padre de muchos pueblos»; la promesa está asegurada ante aquel en quien creyó, el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe.
Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza que llegaría a ser padre de muchos pueblos, de acuerdo con lo que se le había dicho:
«Así será tu descendencia».

Por lo cual le fue contado como justicia.


Versículo Sal 83, 5

Dichosos los que viven en tu casa, Señor
alabándote, siempre. R.


Evangelio: José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 16. 18-21. 24ª

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

«José, hijo de David, no tengas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.


Primer día del Triduo de Nuestro Padre Jesús de la Humildad.

Saludo: Padre Nuestro.

Salmo: Todos: Con tus llagas, Señor, nos has curado.

Mi siervo va a prosperar,
crecerá y llegará muy alto.
Lo mismo que muchos se horrorizaban al verlo,
porque estaba tan desfigurado
que no parecía hombre
ni tenía aspecto humano,
así asombrará a muchos pueblos.

Con tus llagas, Señor, nos has curado.
Despreciado, rechazado por los hombres,
abrumado de dolores
y familiarizado con el sufrimiento;
como alguien a quien no se quiere mirar,
lo despreciamos y lo estimamos en nada.

Con tus llagas, Señor, nos has curado

Sin embargo, llevaba nuestros dolores,
soportaba nuestros sufrimientos.

Con tus llagas, Señor, nos has curado



Reflexión: la humildad de Jesús.
Jesucristo tiene una única misión en esta historia: anunciar a Dios Padre, su proyecto de Vida y de Salvación, y su Reino, en medio del pueblo. Sus Palabras son nuevas, distintas a todo lo que antes se había anunciado sobre Dios, porque Él anuncia la Buena Noticia desde su conocimiento interno de quién es Dios: Dios es Padre, es Amor. Ahora bien: su método también es nuevo, porque anuncia la Buena Noticia haciéndola vida en su propia persona: Él es el ejemplo de cómo es Dios, de cómo actúa Dios en mitad de la historia. Ante la pregunta: ¿quién es Dios? la respuesta es: Jesucristo es Dios. Su vida, su manera de entender las cosas, lo que él considera importante, las personas más queridas por él.. todo ello es la imagen concreta de Dios, la vida de Dios. Por eso, al hablar de la humildad de Jesús, hablamos en realidad de la humildad del mismo Dios, que no quiebra la caña cascada ni apaga la mecha vacilante, que anuncia a todos la Salvación sin imponerla a nadie, que es capaz de entregar la vida y enseñamos así el único camino de esperanza y futuro para el mundo, particularmente para los que más necesitan un rayo de esperanza en este mundo.

Pidamos a Dios que nos ayude a anunciar Su vida, no nuestra vida, Su palabra, no la nuestra; a proponer con nuestro testimonio un estilo de vida distinto en mitad de nuestro mundo.

Lo hacemos en un momento de silencio.

Oración: Escucha, Señor, nuestras súplicas, y concédenos imitar la humildad de Cristo, para así poder anunciar siempre de forma nueva la Buena Noticia de la Salvación a nuestro mundo. Por  el mismo Jesucristo Nuestro Señor.



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